Demencia canina: puede aparecer a partir de los ocho años

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Los perros pueden comenzar a sufrir una declinación cognitiva a partir de los ocho años de vida.

En algunas razas la declinación puede comenzar de manera más temprana.

Como los humanos, a partir de cierta edad los perros pueden comenzar a mostrar comportamientos que no son los habituales.

Pueden comenzar a hacer sus necesidades en lugares inadecuados, como si no recordaran los lugares donde fueron educados para hacerlas.

También puede ocurrir que se pierdan al salir solos de sus casas, y terminen entrando en la casa de algún vecino, como si no pudieran encontrar el camino de vuelta a sus hogares.

O que los períodos de sueño se alteren. Algunos comienzan a dormir durante más horas de las habituales. Otros se mantienen despiertos y ladran durante la noche.

Esos cambios deben alertar a los dueños porque el animal puede estar comenzando a padecer lo que, en lenguaje vulgar, se conoce como demencia canina.

Cómo saber si su perro padece demencia

Con frecuencia ocurre que las personas consideran que algún cambio de comportamiento de sus perros puede deberse al hecho de que se están poniendo viejos.

Y así es, en realidad. Pero eso no significa que la situación debe ser considerada normal.

Lo recomendable es que consideren la posibilidad de consultar con algún profesional para saber qué posibilidades hay de detener el deterioro y cómo aprender a manejarse con una mascota que tiene comportamientos extraños.

Tal como las personas, que a partir de cierta edad pueden comenzar a padecer demencia senil o Alzheimer, los perros pueden comenzar a tener conductas extrañas: mostrarse desorientados dentro del hogar; o comenzar a requerir más mimos.

Si están acostumbrados a convivir con otras mascotas pueden comenzar a rechazar el contacto e incluso volverse agresivos con quienes siempre fueron compañeros de juegos.

Pueden asustarse cuando oyen ruidos que eran habituales o no soportar que los dejen solos.

De alguna manera tener en casa un perro que comienza a padecer demencia es muy parecido a tener un cachorro.

Cómo ayudar a un perro con demencia

Si bien no hay, al menos por ahora, tratamientos para curar la demencia en los perros, lo mejor es consultar al veterinario cuando se observan comportamientos fuera de lo común.

En algunos casos el veterinario podrá recomendar algún medicamento para que el animal pueda vivir esta etapa gozando de una mejor calidad de vida.

También resulta oportuno ocuparse de que tenga un lugar más confortable para descansar sin ser molestado; sacarlo a pasear con un arnés más corto y ajustado, para evitar que tropiece con objetos o pueda enredar a otras personas; y ocuparse de que tengan un acompañante que los cuide si deben quedarse solos en el hogar.

Prevención de la enfermedad

Según algunos estudios la salud de dientes y encías está relacionada con la disfunción cognitiva canina. De manera que es muy importante ocuparse del control bucal de nuestra mascota desde pequeño.

Tal como se ha observado en humanos, es probable que la enfermedad periodontal pueda ser un factor desencadénate de demencia. O, al menos, pueda ser un coadyuvante importante.

Otras investigaciones han sugerido que mantener a los perros física y mentalmente activos, con sesiones de entrenamiento periódicas y paseos frecuentes, contribuye a permitirles envejecer mejor, con menos trastornos de tipo cognitivo y en mejor estado físico.

También existe evidencia de que los alimentos que contienen antioxidantes y ácidos grasos omega-3 son beneficiosos para los perros mayores.

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