Los psicólogos siempre han definido una vida plena, agradable y satisfactoria, en términos de aquélla que ofrece un bienestar tanto hedónico como eudaimónico.

Bienestar hedónico

El bienestar hedónico está relacionado con obtener placer y evitar tanto el dolor físico como emocional.

Bienestar eudaimónico

El bienestar eudaimónico se relaciona con una vida económicamente próspera y satisfactoria.

Pero en un trabajo realizado para el Departamento de Psicología de la Universidad de Virginia, Shigehiro Oishi y col proponen que la plenitud psicológica es un aspecto olvidado de lo que la gente considera una buena vida.

Comparada con la felicidad o la vida plena de significado, la plenitud psicológica se ha convertido en un factor importante para una gran cantidad de personas, en todo el mundo.

Son personas que elegirían una vida más libre, sin los condicionamientos a los que se sometieron para lograr el bienestar material y lo que, en su momento, consideraron como una vida feliz.

Y si pudieran volver a vivir, intentarían ser más curiosos, pensar con un criterio más integrador, dedicar más tiempo a su desarrollo personal y social, y ser ciudadanos más libres y amplios.

Esto los instala más allá de la dicotomía entre vida hedónica y vida eudaimónica como centros del bienestar, y permite considerar a la plenitud psicológica como una nueva dimensión de la vida plena.

Este nuevo sentido de plenitud psicológica incluye la variedad de intereses, y especialmente una curiosidad que invita a vivir una vida que no se limite a mantenerse apegados a la comodidad que brinda encerrarse en la zona de confort que la vida puede ofrecer a nivel material.

La plenitud psicológica incluiría nuestros recuerdos, no solamente los más alegres, y nuestras experiencias, aunque puedan hacer sido frustrantes o incluso hayan implicado algún fracaso, pero que dejaron su enseñanza.

Al llegar a la edad madura muchas personas se arrepienten de no haber vivido atendiendo más a sus propias elecciones y deseos que a su afán por cumplir con los deseos y expectativas de otros, o con las convenciones sociales de otras épocas.