Quiero saber acerca de...

04 de septiembre de 2019

PERIÓDICO OFICIAL

De acuerdo a la Encuesta Intercensal 2015, emitida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en los últimos años el número de divorcios ha aumentado en relación con los matrimonios y ello se debe a que un mayor número de personas decide vivir en unión libre, dando paso a menor número de uniones legales. Entre los años 2000 y 2015, el monto de divorcios aumentó 136.4%, mientras que el monto de matrimonios se redujo en 21.4 por ciento.
En el estado de Morelos, en el año 2015 hubo un total de 7,358 matrimonios mientras los divorcios que se registraron fueron 1,535. Morelos representa el 1.2% del total de divorcios a nivel nacional.
Es preocupante que con el crecimiento de este fenómeno se presenten en mayor grado diversas problemáticas sociales, como el alcoholismo, la drogadicción, la delincuencia, la rebeldía de hijos hacia los padres, la violencia juvenil, el maltrato infantil, la falta de valores al interior del núcleo familiar, etc. Situación que daña no solo el interior de nuestras familias sin el entorno debido a que nos enfrentamos con mayores desigualdades.
En nuestro país la familia es considerada la institución cultural más importante para la población, es el ámbito primordial de desarrollo de cualquier ser humano, y está sujeta a la protección del Estado como lo establece el artículo 4 de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como diversos instrumentos internacionales ratificados por nuestro país que avalan la importancia de la familia, tales como: la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención sobre los Derechos del Niño. Preámbulo Considerando, entre otros.
La Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante el Consejo de Derechos Humanos en su 29
periodo de sesiones, adoptó la resolución A/HRC/29/L.251, que tiene por objetivo la protección de la familia y el impulso de ésta como generadora de condiciones de vida dignas, en dicha resolución:
- Reconoce que la familia, siempre y cuando se garantice el respeto de los derechos de sus miembros, es una sólida fuerza de cohesión e integración social, solidaridad intergeneracional y desarrollo social, y desempeña un papel decisivo en la preservación de la identidad cultural, las tradiciones, la moral, el patrimonio y el sistema de valores de la sociedad.

Página 3

- Insta a los Estados a que, de conformidad con las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional de los derechos humanos, brinden a la protección y asistencia eficaces, y, en ese sentido, alienta a los Estados a que adopten, según proceda y hasta el máximo de los recursos de que familia, como elemento natural y fundamental de la sociedad, dispongan, la elaboración de políticas favorables de apoyo a la familia, y la evaluación de los efectos de esas políticas y programas en el bienestar de las familias, entre otras disposiciones.
Por lo que respecta a nuestra entidad federativa, la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Morelos establece en su artículo 19; El Estado protegerá la organización y desarrollo en armonía de la familia.
De acuerdo a la Encuesta Interesal 2015, en nuestro país 89 de cada 100 hogares son familiares y el resto no familiares, por lo que respecta al estado de Morelos los datos no representan mucha diferencia, del total de hogares el 88 % son familiares y el 11,7 %
son no familiares.
Otro dato que es de suma relevancia; el 32% de los hogares tienen jefatura femenina, es decir, son dirigidos por una mujer y el 68% tiene jefatura masculina, es decir, son dirigidos por un hombre.
Si bien hogar no es sinónimo de familia, tradicionalmente este concepto ha sido utilizado como aproximación de esta, ya que por medio del vínculo que cada uno de los miembros del hogar tiene con el jefea ya sea consanguíneo, conyugal, de afinidad, adopción o costumbre, se pueden conocer las distintas formas de organización de los hogares.
Es de observarse que existe un cambio profundo en las estructuras familiares, distintos modelos de convivencia familiar que surgen como consecuencia de algunos cambios sociodemográficos, y que requieren de atención al ritmo de la creciente aceleración de nuestra sociedad.
Se debe entender a la familia como el núcleo básico de nuestra sociedad y por lo tanto, un elemento clave que debe tomarse para la elaboración de políticas públicas. Es en la familia donde se cohesiona la sociedad y donde se dan las primeras normas para el funcionamiento de esta. Debido a ello, Estado considera importante su preservación y protección, tal y como le manifiestan nuestra Constitución Política Federal y Estatal.
Indudablemente que debemos establecerherramientas que se cumplan a favor de la institución de la familia; en cualquiera de sus estructuras, en nuestro país, por ejemplo, la educación familiar debe ser un aspecto básico en toda sociedad, la instrucción que se otorgue a los miembros de la misma será en pos de una mejor calidad de vida, es decir, no sólo se circunscribe al aspecto de cantidad o número de hijos que se tienen, sino más bien, a lo ineludible, esto es lo cualitativo. No olvidemos que, en la medida, atención y calidad de instrucción que se otorguen a la niñez, es la calidad y nivel de integrantes y familias que han de tenerse en nuestra población y en nuestro país.